sábado, 21 de mayo de 2011

JORNADA DE REFLEXION

No tengo nada que reflexionar, o lo tengo ya reflexionado todo. Físicamente reventada, porque al salid del mitin del Parque Lo Morant hace una semana me alcanzó por detrás un coche y las cervicales se resienten, mayormente después de olvidarme de que las tenía chungas y coger a mi nieto en brazos ayer en la Plaza de Manila, y desgañitarme en el mitin de cierre de campaña. A pesar de la inyección de Urbason que me habían metido para controlar la afonía que venía arrastrando tosí, tuve que beber agua… qué importa, fue una tarde/noche feliz. Quería irme después a la Plaza de la Montañeta por ver a esas criaturas (y no tan criaturas) indignadas, que eso siempre calienta el corazón, pero al final me fui para el campo, que hoy había que ir a por la carpetas de apoderada y mañana me espera un día completito, doce horas a pie de colegio electoral porque me toca el de La Cañada y es zona caliente.
Bueno, es jornada de reflexión y hay que cumplir las normas, así que: sólo diré que la suerte está echada y que pase lo que pase me siento feliz porque hemos echado el resto en la campaña. Modestamente pero con toda la dignidad del mundo, como diría Cayo.
Algo rarísimo ha pasado en mi correo, se me han borrado así como 100 y sólo permanecen los 20 que habían llegado y estaban sin leer. Ya veré cómo se recupera pero esta noche me voy a tomar ahora mismito un par de naranjas y a dormiiiiir, que mañana me levanto a las 6´30. Les pondré el pienso a mis perros y a los gatos de mi vecina, saludaré a las cinco golondrinillas nuevas que se desgañitan en el nido pidiendo comida, veré ondear con toda su gallardía la bandera republicana que tengo junto al pozo, bien alta para que se divise desde el camino, y tirando para estar en el colegio electoral antes de las 8. Hasta… pues eso, hasta que acabemos con el escrutinio, y las actas y todo lo demás. Y después a la sede de EU, a compartir con los/as compañeros/as los resultados. Sean los que sean, que ¿por qué no han de ser buenos, si está floreciendo un mayo 2011 que poco tendrá que envidiarle al mayo del 68?
Buenas noches. Terminad de reflexionar, yo ya tengo los deberes hechos
¡Salud y República!

miércoles, 18 de mayo de 2011

FLORILEGIOS DE CAMPAÑA /3

No voy a escribir mucho rato, me duele el cuello y con la humedad ambiente, más. También me duele (un poquito solo) el corazón, de resultas de leer el blog de Miguel Ángel Pérez Oca, o El Loco de las Estrellas, que me lo suele mandar directamente a mi correo instándome a leerlo. Y digo yo que si en él ha tomado por norma ponernos a EU y de paso a mí a caer de un burro, para qué esa insistenccia en que lo lea. En fin, él sabrá.
Lo que desde luego él sí sabe es que se estuvo planteando entrar en EU, se comprometió a una cita en casa de amigos comunes para hablar del tema y nos dejó plantados con el té, el café y los rolletes esperando en la mesa. Pegó la espantá que se dice, como los toreros caguetas, y ni siquiera tuvo la gallardía de reconocerlo: se escurrió con excusas a toro pasado. Y perdón por utilizar expresiones taurinas, siendo como soy absolutamente contraria a esa aberración sanguinolenta mal llamada «fiesta nacional», pero es que vienen como anillo al dedo a la ocasión y al individuo. Las iré sacando de mi vocabulario, palabrita de honor; ahora, en plena recta final de campaña, no estoy para andar buscando sinónimos.
Tampoco es que me vaya a extender mucho con las perlitas que ha ido vomitando el tal «loco de las estrellas», que de las estrellas no sé, pero de estar una miaja ido últimamente, o sea, lo que se viene llamando loco a la pata la llana, sí que está dando alguna muestra que otra. Y de no querer ver la realidad a un palmo de sus narices, también. Porque, vamos, que tiene pelendengues que se descuelgue diciendo que una oposición de EU dentro del Ayuntamiento no servirá para nada, después de la intemerata de años que lleva la «oposición» (por llamarle algo) del PSOE, con un montón de concejales/as rascándose los cataplines y las cataplinas para entretenerse en los plenos, mientras le dejan al PP hacer y deshacer a su antojo y al de Enrique Ortiz, cargándose la ciudad y empobreciendo a los ciudadanos.
Miguelito, hijo, ¿qué me cuentas del Blasillo Bernal, votando sí al pelotazo disparatado de Rabassa, aceptando el subidón del sueldo de los concejales y doblando el espinazo ante el sultán de sultanes para que le diera un puestecico en el Hércules? ¿Y de la inefable Etelvina, a la que tantos/as apoyamos (aunque fuera tapándonos las narices) con el cacareado «voto útil» que tanto te desgañitas en promover, a la que le faltó tiempo para largarse con un puestecico bien remunerado a Madrid dejando a sus compañeros de la oposición que se las ventilaran solos, aunque por las muestras poco se han ventilado?. Ni siquiera a la hora de recabar informes sobre gastos municipales y otras menudencias, que decían que es que se los negaban… y fue pedirlos Pavón, desde fuera del Ayuntamiento, y conseguirlos en un pis pas. Aunque me esté feo el señalar, que dicen por La Mancha. ¿Y te recuerdo que, por mucho que Sánchez Brufal se quiera poner medallas con la pestilente historia de nuestro vertedero, ha sido EU quien, desde fuera del Ayuntamiento, ha traído de Bruselas a nuestro eurodiputado Willy Meyer para que traslade a Europa la verdad verdadera de lo que Inusa, o sea Ortiz, o sea el Ayuntamiento del PP, han hecho, o mejor dicho no han hecho, con los dineros europeos, (¡muchiiiiiísmos!), que se concedieron para el tratamiento de unos residuos que siguen pudriéndose y envenenándonos sin tratar?
Miguelito, hijo, tu definición de Cayo Lara como «ese señor tan antipático» me ha recordado así de pronto aquel mensaje estúpido de la derecha, «los rojos no tienen pilila», que durante años vimos pintarrajeado en las paredes. Y demuestra que no te has molestado en acercarte a Cayo, un hombre procedente del campo que es cálido, abierto y que rebosa razón, honradez y coherencia hasta por las costuras de la camisa.
Y… Miguelito, hijo, tampoco queda bonito reconocer que recurres al voto útil por miedo, que es lo que tú andas publicando y, a más a más que diría un catalán, promoviendo. Nos acusas (cito de memoria) de ingenuos, o de tontos honestos (algunos, puntualizas como concesión) que le estamos haciendo la cama a la derecha. Pues fíjate que no. La cama se la ha estado haciendo todos estos años el PSOE, y no sólo eso: una vez hecha, se han metido juntos en ella compartiendo sábanas.
No tengo muchas ganas de seguir. Quédate con tus miedos, con tus cobardías, con tus apaños, con tus componendas, con tus concesiones, como la de aceptar con sumisión que una alcaldesa derechona suprimiera la palabra FASCISTA de la placa del Mercado Central, dejándole a los que puedan leerlo la duda de si fue un bombardeo «azul» o «rojo» el que sembró de muerte y barbarie la ciudad.
Déjame que, con Raimon, te recuerde que nosaltres diguem NO, que nosotros no somos de ese mundo de miedos y concesiones. Precisamente porque hemos visto el miedo ser ley para todos, porque hemos visto encerrados en la cárcel a muchos hombres llenos de razón, nosotros no aceptamos componendas. Tuve el inmenso placer, hace unos años, de oírle tararear muy bajito en su habitación del Meliá al maestro Benedetti esto: «dicen que los chapetones / ya nos cuentan liquidaos / y es que no han caído que que somos / pocos, pero bien montaos». Durante un tiempo pensé que ibas a encuadrarte entre esos pocos. Ahora ya sé dónde estás. Tú te lo pierdes.
Con respecto a los que se están echando a la calle al borde de las elecciones, abofeteando en la cara a tanto conformista, José Luis Sampedro te podrá decir las ccosas mejor que servidora. Moléstate en consultarlo. Y permíteme que me quede con Sampedro mejor que contigo. Sin ánimo de ofender y como diría el Chorras, un amigo del alma del trullo, entre él y tú «no hay color».
Y hasta aquí llego, aunque tendría matderia para llenar cien páginas contestándote. Es igual, probablemente no vale la pena. Quería haber escrito algo de las elecciones en Italia y del revolcón que le ha dado la izquierda-izquierda a Berlusconi pero lo haré mañana. O a lo mejor esta madrugada si estoy en vena y no se me cierra la conexión cada tres por cuatro, que yo soy muy búho y la alta noche es mi espacio natural. Quédate con tus locuras, Miguelito, de las estrellas o más a ras de tierra, que a mí no me quita nadie la ilusión de que las municipales de Alicante puedan darle a más de uno/a un sobresalto a la milanesa. En ello andamos. Aunque algunos como tú nos llaméis perros, del hortelano o de quien sea.
Al resto de posibles lectores del blog, mis disculpas por haber personalizado tanto esta vez. Pero algo había que contestarle a este hombre, ¿no?, que de tanto andar mirando por el telescopio se conoce que se le ha desenfocado una miaja la retina.
Hala, hasta más ver/leer, Sald y República y a meter la quinta velocidad, que las urnas están ya la vuelta de la esquina.

martes, 17 de mayo de 2011

FLORILEGIOS DE CAMPAÑA / 2

El correo se me cierra cada dos/tres minutos, y el otro día no se podía acceder a los blogs, y ahora llevo en el cuerpo no sé cuantas pildorillas porque tengo el cuello para el arrastre de resultas de un alcance el sábado, saliendo del mitin del Parque Lo Morant. Me propuse no hacerle caso pero hoy he tenido que ir al médico después de una noche toledana, de modo que me he tomado un «día sabático» ya que este es el cuarto lagitazo cervical (el penúltimo me tuvo 8 meses de baja), todos sin tener yo la culpa. Cosas que pasan.
Pero en la recta final de campaña una no se puede plantear bajas ni gaitas. Así que después del golpe lo que me salté fue el viaje a Valencia, pero por la tarde sí fui a la mani de Democracia Ya, y el lunes de la mañana a la noche lo pasamos dedicados a las partidas rurales: visitas en El Rebolledo; fotos con la maldita antena junto al colegio y en la entrada del vertedero (por cierto: como son elecciones han cubierto toda la mierda para que no se vea, pero en diez minutos llegaron tres macrocamiones ¿de dónde?… ¡chi lo sa!, aunque, eso sí, el conductor del más gigantesco, muy bien aleccionado, murmuró que «se había equivocado de sitio» y se hizo a un lado, obviamente a esperar que los de EU nos fuéramos para descargar); y, por supuesto, repegada de carteles a lo largo de las partidas (la pegada la hicimos en su día), todos sistemáticamente arrancados u ocultados bajo la marea azul de doña Sonia. Que dicho sea de paso nosotros a la hora de pegar, por lo de la democracia y la igualdad de oportunidades, acostumbramos a usar una parte y dejar sitio para otras propuestas políticas; los del PP arramblan con todo como el caballo de Atila y no dejan hueco ni para un sello de correos. En fin, como decía el alcalde de El Villar de Chinchilla «ca uno es ca uno y tenemos que haber de tós». Pero bueno es fijarse en los modos, que una miaja de respeto no le hace daño a nadie. Digo yo.
En el interín, que dicen los cursis, habíamos andado por Rabassa. Y viví la emoción de volver a abrazar a la madre de un viejo amigo del alma, de sida se murió casi en mis brazos en 1991 y me sigue doliendo tal que si se hubiera ido ayer. Y acaricié con un nudo en la garganta el limonero del patio como hace más de veinte años, cuando mi amigo me invitaba a vino recio y chorizos de La Mancha antes de volver a Fontcalent, pero no del lado de la umbría donde yo vivo sino del de la solana seca donde está la cárcel en que se pudría su juventud, la cárcel sin alma que no le concedió el artículo 60 para poder morir en libertad. Aunque no tenía delitos de sangre, y le había salvado la vida en un secuestro con pinchos al director del Psiquiátrico Penitenciario y a la doctora, y había sacado de celdas incendiadas a no sé cuántos enfermos mentales, y había evitado con sus bromas y su protección no sé cuántos suicidios porque tenía un corazón que no le cabía en el pecho, maldita sea, pero cayó siendo una criatura en la trampa del caballo que cabalga venas adentro, y ésa fue su ruina.
O sea que al día siguiente, sábado de mañana, repartiendo propaganda en el Mercado Central se me fueron los ojos sin poderlo remediar a un muchachillo flaco y demacrado, sentado solo en el murete bajo el rótulo «Plaza 25 de Mayo» y pegué la hebra con él, Julio se llama, y me contó que vive y duerme en la calle y ya no cree en ser vivo que ande en dos patas, con 30 años sin cumplir. Lo cual que le dije, y lo mantengo, que cuando estuviéramos en el Ayuntamiento se pasara por allí, que nosotros no somos de los de hacer leyes antimendigos y antiputas que no tienen nada que envidiarle a la Ley de Vagos y Maleantes de Franco, y algo le apañaríamos para que pudiera mirar la vida con otros ojos. «Allí te espero, no me falles», le dije antes de darle la mano y un abrazo prieto porque yo, es público y notorio desde los tiempos de Maricastaña, con los marginados me llevo como si los hubiera parido; probablemente porque los entiendo y los respeto y me duelen y los quiero. Y va el chaval y me dice: «yo estoy empadronado aunque viva al raso, dame la papeleta que por mis muertos os voto». Y se la di. Y me juego el cuello a que nos votará.
Ea, a perdonar, que me estoy alargando y por lo que me cuentan los jóvenes en los blogs hay que escribir en píldoras. Se intentará, de momento esta noche (madrugada) con las píldoras del cuello ya voy servida.
Por cierto: hoy es luna llena. Está nublado pero a ratillos se asoma y echa un chorreón de plata sobre la sierra que corta la respiración. Y servidora, que es de natural austero y buen conformar, con esa gloria se siente como si le hubiera tocado el gordo de la Primitiva. Por eso estoy donde estoy y con quienes estoy. Sin ir más lejos, con un cabeza de lista que ya ha anunciado que lo primero que hará al pisar el Ayuntamiento será pedir que se rebajen los sueldos de los concejales. Y no habla de boquilla, que cuando Blas Bernal votó «sí» al Plan Rabassa, en el mismo pleno en el que «casualmente» se subieron un 40% (si mal no recuerdo) los sueldos de los ediles, la de EU fue la única que se opuso al aumento. Porque nosotros, por coherencia, por ética y por honradez, pensamos que los dineros de todos tienen que ser justamente para eso: para que lleguen a todos. Empezando por aquellos que más lo necesiten, como debe ser.
Hala, ¡Salud y República! Y mañana al tajo, y el domingo a las urnas, como debe ser también.

sábado, 14 de mayo de 2011

Toda la solidaridad con la gente de Lorca. Y una reflexión al hilo: ¿cuántos viejos edificios de Alicante, de los muchos que quedan con la aluminosis de los años 60, aguantarían un terremoto de 5,2? Ése puede ser uno de los nichos de trabajo para emplear un puñado de los miles de albañiles que ha mandado al paro el crack de ladrillazo: rehabilitar. Y dotar de ascensores a tantas casas de cuatro y cinco pisos en las que sus vecinos, de la tercera (o cuarta) edad viven prácticamente secuestrados por pura imposibilidad física de subir noventa escalones.
Mañana, vuelta a la lucha electoral. Y pasado. Y el otro, y el otro, y el otro…
Por cierto, una anécdota (o florilegio, irónico/bonita definición que se me ha ocurrido para esta actividad frenética de mayo florido y hermoso). Ahí va, disfrutadla, que un poquito de guasa es algo benéfico para la salud (del cuerpo y de la mente).
Hace dos o tres días convocamos a los medios delante de Masatusa, que en EU pensamos debe ser empresa pública, ya que en Alicante nos salen las privatizaciones por las orejas. Extendimos nuestra pancartica y nos hicimos la foto: res mes, y ahí están los medios para confirmarlo. Nuestro coordinador arrimó el coche un momento para que bajáramos, antes de ir a aparcarlo bien. De muy malas formas un vigilante le instó a quitarlo de allí. Un par de minutos más tarde José Antonio lo quitó y lo aparcó bien. Y cuando ya estábamos otra vez dentro del coche para irnos, dos policías nacionales en moto le piden que apague el motor y detrás de ellos llegan TRES coches de policía y UNA «lechera». Faltó Sabina cantando lo de «mucha, mucha policía». Hablando (que es lo que hacemos la gente civilizada) supimos que la policía municipal, avisada por Masatusa, había avisado a su vez a la nacional para que vinieran a actuar «en un forcejeo». Así que la nacional vino. Y por la expresión de sus caras, se debió quedar de un aire al comprobar la edad y condiciones físicas de los presuntos forjedeadores que ocupábamos el coche.
Demasiado ruido para ninguna nuez, ¿no? Piensa una, en su ignorancia, que la policía nacional debe estar para cosas más serias que movilizarla, «lechera» incluida, porque cuatro rojeras pacifistas se hagan una inocente foto de campaña. Y piensa una también, sin ánimo de ofender, que alguien se está poniendo nervioso/a y se le nota. «Y no miro a nadie», como dijo Cayo en el mitin con esa exquisita ironía de hombre de campo que se gasta. Mitin al que por cierto no asistimos 400 personas por mucho que diga el Información, porque sillas pusimos 500, las gradas estaban casi llenas y había personal de pie a los lados. A lo mejor por eso, el Público dio la cifra de 900. Alguien no cuenta bien. Y tampoco miro a nadie.
En fin: «Ladran, luego cabalgamos», que dijo aquél. Pues eso.
Hala, ¡Salud y República!

miércoles, 11 de mayo de 2011

MANIFIESTO DE PRIMAVERA

Esto lo escribí hace unos dos años, y tuvo sus consecuencias, unas buenas y otras menos buenas. Gracias a mi hijo que me lo ha recuperado y traído aquí, lo puedo compartir con vosotros. Igual os sirve de algo. Salud y República!




Han leído bien el título: esto es un manifiesto. Y nace como consecuencia de reconsiderar mi inveterada actitud personal de "buey suelto bien se lame", hasta abocarme a desterrarla. A la vejez viruelas, dirán algunos; más vale tarde que nunca, digo yo. Y como pertenezco a esa tribu de escritores impúdicos que sólo saben comunicarse echando su vida sobre el papel hoy vengo a contarles que, contra todo lo que he sostenido hasta la fecha, a partir de ahora tendré carné de un partido político; si me aceptan, digo. Ya, ya sé que es un cambio radical de actitud, y por eso voy a tratar de sintetizar las razones que lo han provocado.
Tal vez, porque nunca pude conocer a mi tío Ángel ni a mi tío abuelo Mateo, que murieron lejos de España, exiliados por rodar documentales republicanos durante la guerra. Tal vez, porque me crié a la sombra del penal de Chinchilla, viendo cada día bajar a las mujeres de los presos políticos a rebuscar carbonilla en las vías del tren para intentar calentar a sus hijos que se morían de frío, hambre y diarreas en las cuevas de la falda del castillo, esperando que sus padres acabaran de morir muros adentro. Tal vez, porque docenas de veces vi llegar a mi casa derrapando el camión militar del Rincón con una pila de hombres ensangrentados en la caja para que mi padre los remendase o certificara su defunción, y eran presos políticos aplastados por el derrumbe de las galerías terreras que excavaban en el cerro para almacenar bombas, con guardias armados y perros de presa apostados en la bocamina. O porque, cuando inauguraron esos polvorines, asistí a la misa solemne oficiada por el obispo dentro de una galería, con un obús a cada lado del altar y los presos de rodillas. O porque, muerto mi padre, encontré los informes de autopsias que describían cadáveres comidos de piojos y cicatrices de torturas, sin rastro de alimento en el cuerpo, los pulmones deshechos por la tisis y el tiro de la "ley de fugas" con trayectoria de entrada por la espalda y de salida por el pecho.
Supongo que con este carné intento, también, pagar deudas antiguas. La que tengo con la Somo, mi amiga prohibida, hija de un condenado a muerte por Franco. Y con las hijas de los mozos de tren, que venían a merendar y a jugar con muñecas a mi casa de niña rica con lazo de seda en el pelo y criadas a su servicio en los años del hambre y la miseria. Y con "las gratuitas" de mi colegio de monjas, que tenían prohibido el acceso al patio de recreo para que no contaminaran a las hijas de familias de bien. Y tantas y tantas amargas deudas más, que llevo toda la vida arrastrando como una carga de plomo.
Voy a cumplir 68 años, edad más de comer sopas frente a la tele que de embarcarse en aventuras políticas. Pero ya ven, el cuerpo (aunque lo tenga hecho unos zorros) me pide marcha. Y en vez de dársela bailoteando en Benidorm con los yayos del Inserso, se la quiero dar con la militancia activa. Una militancia que no va a cambiar un centímetro mi forma de pensar, actuar y escribir porque responde a una ideología completamente coincidente con la mía. Si bien se mira, este cambio mío viene a ser como esa fruta que de puro madura se cae del árbol: estaba cantado.
Porque una se harta de votar, sin carné, tapándose las narices por aquéllo del voto útil. De apoyar, sin obligación ni mucho menos contraprestación alguna, a candidatos/as que, cuando no salen elegidos/as, en vez de quedarse a luchar más y mejor en la oposición corren a colocarse en un puestecico bien remunerado. Una se harta de apaños, componendas, corrupciones, enmierdes interesados, voluntades pagadas, silencios cómplices, subidas de sueldo a cambio de dar luz verde a operaciones especulativas aberrantes. Se harta de que "la oposición" le deje las manos libres (o se ponga a sus órdenes, que también) a un comprador de servidumbres que ejerce con prepotencia e impunidad absolutas de amo y señor de la ciudad y sus políticos. Alguna honrosa excepción hay entre estos socialistas de boquilla que nos ha tocado sufrir, yo no lo niego: pero son tan poquitas y con tan poco cuajo que, salvo algún improbable milagro, nos queda PP hasta el día del juicio final, tirando por lo bajo. Y qué quieren que les diga: con mi voto, ya no. Porque votar es refrendar una línea, apoyar unas acciones, respaldar unas actitudes, confiar en unos dirigentes. Y como se vota en conciencia, la mía ya no me deja seguir metiendo en una urna la papeleta pretendidamente "de izquierdas" que tantas veces ha defraudado al pueblo, por activa y por pasiva.
Así que me voy a donde mejor le cuadra a mi modo de ser montaraz y rebelde: a las barricadas. Supongo que este primer (y último) carné político mío tiene que ver no sólo con la ética, sino también con la estética. Porque la decisión de pedirlo me ronda desde que entrevisté, entre otros, a Benedetti, Julio Anguita, Antonio Gades, Carrillo y la semana pasada Marcos Ana, en quienes encontré la coherencia, energía, limpieza y honradez que en los demás no encuentro. Porque en esta Comunidad de nuestros dolores los políticos, seguros de que van a salir exculpados, se jactan de sus imputaciones judiciales como si fueran medallas, dilapidan los dineros públicos en festorros y adjudicaciones a sus amiguetes, y hasta sufragan con ellos falseamientos de la Historia como ese libelo indecente editado por Fabra que califica de angelito redentor a un militar traidor, golpista y asesino que ensangrentó España durante cuarenta años. Demasiado para mi cuerpo, oigan.
Y supongo también, todo hay que decirlo, que quiero ese carné para que, cuando me incineren, a pie de crematorio aguarde un camarada con su banderica republicana bien doblada en la mano, para envolver con ella mis cenizas y arrimarse a dejarlas a la sombra del castillo de Chinchilla, junto al dolor de las víctimas de Franco y el polvo enamorado del hijo que allí tengo esperándome, arropado por la bandera del Ché. Resumiendo: que, si me aceptan, me voy con los rojeras de Esquerra Unida, ea. Vieja y todo, digo yo que de algo aún les podré servir.

A DIEZ DIAS VISTA

Ya estoy aquí otra vez!
Quedan diez días de campaña, los más importantes. Nos vemos antes del 22 de mayo, en cualquier plaza, mercado, partida rural… por ahí, con la gente, que es mi sitio. Y aquí en el blog también, aunque sea de madrugada.